Junto con la escalada en el conflicto entre Estados Unidos e Irán se han intensificado las noticias sobre el tema y cualquier declaración o informe provoca reacciones en el mercado. Una de las afirmaciones más controvertidas de los últimos días la hizo Mike Alfred desde su cuenta en X. Allí sostuvo que Irán está vendiendo Bitcoins obtenidos por medio de ciberataques, para comprar misiles y otros equipos militares, como alternativa a su programa de enriquecimiento en uranio.
El hackeo a Nobitex en un punto geopolítico crítico
Uno de los fundamentos de esa afirmación es el ciberataque efectuado el 18 de junio pasado a Nobitex, la mayor plataforma de exchange de criptomonedas de Irán, en el que se robaron más de 90 millones de dólares en criptoactivos como Bitcoin, Ethereum, DogeCoin y otras altcoins.
El hackeo no fue un crimen informático más, ya que fue reivindicado por el grupo Predatory Sparrow al que se le atribuyen vínculos con Israel, como una acción política en medio de las crecientes tensiones entre ambos países. Los atacantes, además, aprovecharon para ridiculizar a las autoridades iraníes insertando mensajes anti-CGRI (siglas por las que se conoce al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica), en las direcciones de las billeteras utilizadas para robar los fondos.
Lo llamativo de este caso está en lo que sucedió con los criptoactivos robados: en vez de venderlos, los hackers transfirieron los fondos a wallets temporales sin claves privadas para volverlos irrecuperables, pues el objetivo no era enriquecerse, sino dañar la infraestructura financiera de Irán.
¿Tiene sustento la afirmación de Mike Alfred?
La idea de que Irán está vendiendo Bitcoins hackeados para financiar su aparato militar y nuclear no es del todo disparatada, tomando en cuenta que el país ha utilizado anteriormente criptomonedas para evadir las sanciones que pesan sobre él.
Sin embargo, los detalles específicos que ofreció, como que Irán ha estado liquidando grandes cantidades de BTC en un lapso de 48 a 72 horas, no tienen ninguna relación con el hackeo de Nobitex, ya que los activos robados no fueron vendidos por Irán, sino destruidos por los atacantes.
Si bien Irán ha adquirido criptodivisas por minería y otros medios, no se conoce con certeza qué cantidad posee y controla su gobierno. Las minerías en ese país generan cientos de millones de dólares al año, por lo que es probable que Irán posea una reserva considerable, aunque no lo suficiente como para impactar en el mercado de las criptomonedas. Incluso si el país vendiera un alto porcentaje de sus reservas de BTC, el mercado lo absorbería sin que afecte su cotización.
La guerra y la presión por vender los activos cripto
Los ataques con misiles que lanzó Irán a las bases estadounidenses en Catar son una clara señal de que el conflicto está en plena escalada. En el pasado, los momentos de alta tensión geopolítica ejercieron presión sobre los mercados financieros. Y en el caso de Irán, se sabe que al aumentar las hostilidades -como, por ejemplo, el lanzamiento de misiles-, el flujo de salida de criptomonedas desde los exchanges de ese país se intensifican.
Este fenómeno suele responder a la acción de actores estatales y civiles, que buscan protegerse del colapso del mercado o de futuras restricciones. De este modo, las criptomonedas se han convertido en un medio estratégico con el cual el régimen iraní puede evitar sanciones internacionales o financiar conflictos.
Por otro lado, exchanges como Nobitex fueron utilizados en ocasiones anteriores para mover miles de millones de dólares en transacciones fuera del escrutinio internacional. Con la intensificación de la guerra, es muy probable que Irán acelere la conversión de sus criptoactivos en divisas fuertes para financiar sus necesidades militares y estratégicas, lo cual podría contribuir a la volatilidad en los mercados globales de activos digitales.
¿Qué pasaría si Irán vende sus Bitcoins?
Si Irán decide liquidar sus BTC el impacto inmediato en el mercado no iría más allá de un aumento temporal en la volatilidad, pero no un colapso. Además, se estima que Irán país genera $1,000 millones de dólares anuales en criptomonedas, una cifra que es superada con frecuencia por los volúmenes de comercio diario en exchanges globales.
Sin embargo, aunque el impacto en el mercado sería reducido, no es lo mismo para el riesgo geopolítico que esto supondría: desde el punto de vista bélico, le facilitaría la adquisición de mayor armamento, y desde lo financiero, posibles sanciones a las transacciones o a las plataformas que faciliten esas operaciones.
Lee también: El mercado cripto cae ante el aumento de tensiones entre EE. UU. e Irán: Bitcoin baja de los $100,000