El Reino Unido está dando un paso firme para regular el mundo de las criptomonedas. La Autoridad de Conducta Financiera (FCA, por sus siglas en inglés) ha propuesto una medida que impediría a los pequeños inversores usar tarjetas de crédito o pedir préstamos para comprar criptoactivos.
De acuerdo con una encuesta de YouGov encargada por la FCA, cada vez más personas emplean sus tarjetas de crédito para comprar criptomonedas, pasando del 6 % en 2022 al 14 % en 2024.
La FCA ha mostrado su preocupación por la posibilidad de que estas personas contraigan deudas para comprar criptoactivos y que debido a la volatilidad inherente a la naturaleza de estas inversiones, queden vulnerables ante caídas abruptas de los precios.
Eso sí, la prohibición no tocaría a las stablecoins (monedas digitales más estables) emitidas por empresas que ya estén reguladas por la FCA, porque se consideran menos riesgosas.
Además de ponerle freno al uso de crédito, la FCA también quiere que el «staking» —un sistema donde se bloquean criptomonedas en una red para ganar recompensas— sea más transparente. Y no se queda ahí: planea apretar las tuercas a las plataformas de compraventa de criptomonedas, obligándolas a tratar a todos los inversores por igual, a separar sus propias operaciones de las de sus clientes y a ser más claras con los precios y cómo ejecutan las transacciones.
La propuesta ha sido objeto de debate. Por un lado, la Asociación de Pagos del Reino Unido dice que comprar criptomonedas con tarjeta de crédito no es como ir al casino, no están apostando, están invirtiendo. Riccardo Tordera-Ricchi, uno de sus portavoces, pidió un enfoque más equilibrado y defendió que las stablecoins no deberían estar en el mismo saco que otros criptoactivos más especulativos. En cambio, Nick Jones, jefe de la empresa Zumo, ve con buenos ojos que la FCA esté consultando con la industria, aunque también se pregunta si una prohibición total es realmente lo mejor. Según él, hay que cuidar a los inversores, pero sin quitarles la libertad de elegir.
La FCA ha abierto la puerta para que empresas y ciudadanos den su opinión sobre estas reglas hasta el 13 de junio. Luego, hacia finales de año, presentarán las normas definitivas. Todo esto va de la mano con un plan más grande del gobierno británico para meter a las empresas cripto bajo su radar regulatorio, dándole a la FCA más poder, especialmente para controlar las stablecoins que están respaldadas por monedas tradicionales.
Lea también: EE. UU. confiscará el escrow de Ripple para su reserva nacional: verificación de hechos