La prolongada saga legal entre Ripple Labs y la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. (SEC) podría estar llegando a su fin, pero solo si la Jueza Analisa Torres concede la moción conjunta de la regla 60(b) presentada por ambas partes el 12 de junio. En la moción, Ripple Labs y la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. (SEC) solicitaron al tribunal que modificara la sentencia definitiva del caso.
Las partes también propusieron levantar una orden judicial previa y aprobar un acuerdo reestructurado de $125 millones de dólares. La propuesta incluye términos de penalización revisados que permitan evitar futuros litigios. Bajo las nuevas condiciones, la SEC recibiría $50 millones de dólares y el resto del dinero se devolvería a Ripple.
Ambas partes afirman que resolver el caso en esta etapa evita litigios prolongados, citando los recientes desarrollos regulatorios y legales como condiciones extraordinarias que deberían ser avaladas por el tribunal.
En esta ocasión, ambas partes enfatizan la colaboración, lo que indica el deseo de cerrar una de las demandas más importantes de la industria de las criptomonedas.
La moción fue examinada por Bill Morgan, uno de los defensores legales de XRP, quien expresó su esperanza de que la jueza Torres la aprobara. Señaló la reducción de las sanciones y la abolición de la orden judicial permanente como factores importantes que apuntan a una decisión favorable. Morgan opina que el acuerdo proporcionará una solución estratégica y de sentido común al prolongado desacuerdo.
También mencionó que el acuerdo permitiría a Ripple y a la SEC evitar costosas apelaciones y años de incertidumbre, una situación beneficiosa para ambas partes, así como para la comunidad de las criptomonedas en general.
Sin embargo, no todos están de acuerdo. El abogado Fred Rispoli fue aún más crítico y se preguntó sobre la profundidad de la moción y su orientación estratégica. Sostuvo que no incorpora las críticas previas de la jueza Torres a la SEC ni intenta regular de forma demasiado amplia.
La decisión del tribunal sobre la moción conjunta será determinante en este caso. La jueza Torres podría verse convencida por las condiciones modificadas y la existencia de «circunstancias excepcionales». En ese caso, Ripple y la SEC podrían finalmente dejar atrás los capítulos de una maratón legal de varios años.
Si esta situación no se resuelve, el riesgo de nuevas apelaciones y juicios adicionales persistirá, por lo que la industria de las criptomonedas seguirá de cerca el rumbo que tome esta eterna disputa.
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